Un año siendo tu madre en la Tierra. Casi cuarenta semanas completas de vida intrauterina. Nos faltó sólo un día para llegar a mi fecha improbable de parto. Lustros deseándote, soñando con tu mirada y tu manita posada sobre la mía. Pero esto último sólo tú y yo lo sabemos. Hace tanto tiempo que soy tu madre y tú eres mi hijo. Hace tanto que me elegiste como canal para llegar a este mundo, aunque para el resto del mundo sólo cuente el día en que por fin nuestros caminos se cruzaron, el día de tu nacimiento. Un año de grandes logros por tu parte... y también por mi parte, aunque me cueste tanto reconocer los méritos propios.
Hace sólo un momento que te has despertado para tomar tu ración de teta de medianoche, la primera de tu año de vida. Te he felicitado con un beso en la mejilla, aunque aún faltan unas ocho horas para el aniversario de la primera vez que vi tu carita y el mundo cambió inexorablemente de rumbo para tu padre y para mí. Pero al fin ya ha llegado el esperado 10 de enero, el día que comenzó mi revolución, nuestro camino juntos fuera de mi cuerpo, fuera de mi útero, tu primer hogar. Ya no puedo dormir por la emoción. Te he acurrucado junto a tu padre y he salido de la cama. He encendido las tres velas de colores de mi parto, de tu nacimiento. Contemplo sus llamas, enciendo el portátil y respiro profundo.
Hace sólo un momento que te has despertado para tomar tu ración de teta de medianoche, la primera de tu año de vida. Te he felicitado con un beso en la mejilla, aunque aún faltan unas ocho horas para el aniversario de la primera vez que vi tu carita y el mundo cambió inexorablemente de rumbo para tu padre y para mí. Pero al fin ya ha llegado el esperado 10 de enero, el día que comenzó mi revolución, nuestro camino juntos fuera de mi cuerpo, fuera de mi útero, tu primer hogar. Ya no puedo dormir por la emoción. Te he acurrucado junto a tu padre y he salido de la cama. He encendido las tres velas de colores de mi parto, de tu nacimiento. Contemplo sus llamas, enciendo el portátil y respiro profundo.
Durante el último mes revivo continuamente nuestro primer encuentro. Sin esfuerzo al cerrar mis ojos consigo conectarme con tu olor y con el tacto de tu piel. Evoco cada sensación tan nítidamente que me asusta. Recuerdo tu llanto, como levantaste la cabeza en cuanto te pusieron sobre mi pecho, el calorcito tan agradable de tu piel, la sensación en mis labios al rozar por primera vez tu cabecita, mis dedos dibujando tus cejas, el momento en que noté algo viscoso sobre mi abdomen: el meconio... Ni podía sospechar que los bebés hacen caca encima de sus madres nada más nacer. Estas cosas nadie te las cuenta. Y, por encima de todo, recuerdo tan bien tu primer enganche perfecto en mi pecho derecho, nuestro preferido. Sentí que era el comienzo de nuestra historia de amor.
He revisado también todas las fotos de este intenso año, nuestras fotos, las fotos de nuestra pequeña familia. Cómo has crecido, tú y tus pestañas. Qué de cambios en tan poco tiempo. El tiempo vuela y yo espero que confíes en mí para acompañarte en todos tus despegues y aterrizajes.
Ha sido un año vibrante, vibrantemente intenso. Un año corto, pero de días muy largos. Días largos donde lo único que tenía que hacer era cuidarte, velar por tus sueños. Días interminables enganchado a mi pecho; cambiando pañales; estudiando cada balbuceo, cada gesto, cada movimiento nuevo... Observándote durante horas, estuvieras despierto o dormido. Tan maravillada de lo que habíamos creado tu padre y yo, sin poderme creer que ya estuvieras aquí en piel y huesos. Soy sin duda la primera mujer que se enamora de ti Imanol.
Días también sin tiempo para lavarme los dientes, con la lavadora repleta de pañales sucios, sin poder contestar al teléfono, sobreviviendo a base de cafés y galletas, abriendo al cartero con una teta fuera... No todo ha sido como me imaginaba. Tampoco nadie se molestó en explicarme en qué consiste verdaderamente el puerperio.
Un año de duelos. Duelo, en primer lugar, por la mujer que yo era y que no regresará más. Tengo que reconocerlo: a veces añoro mi otra vida. Aunque viéndote dormir a mi lado me parezca una vida tan lejana y tan irreal, como si estuviera viendo la película sobre las andanzas de otra mujer que no soy yo y que ni si quiera conozco. Echo de menos tener una tarde para mí sola, para leer un buen libro o para vagabundear por Madrid en busca de alguna tienda peculiar. Pero no extraño a la mujer que se lamentaba de su pasado o se preocupaba por el futuro porque tú me has enseñado a centrarme en el ahora. He cambiado buscar ropa curiosa en tiendas de segunda mano por encontrar pequeños tesoros en los parques: piedrecitas, piñas, ramitas, hojitas y todo lo que a ti te pueda parecer interesante. He ganado con el cambio, ahora lo sé.
La gente nos suele decir que eres un bebé muy bueno y me molesta tener que escuchar comentarios así sobre ti. Me parece tan absurdo confundir tranquilidad con bondad. Y es tan cruel que se llame buenos a los niños que no lloran, que no expresan sus necesidades... niños que, en definitiva, no molestan a los adultos. No son niños buenos, todos los niños nacen siéndolo, son niños adaptados a un sistema enfermo que no piensa en ellos. Yo siempre desearé que tú no aprendas a callarte nunca.
La verdad es que no sé si me los has puesto fácil o difícil en este primer año. Sé que ser madre en esta sociedad extremadamente contradictoria me parece muy complicado, no me imaginaba hasta qué punto antes de que llegaras. Esta sociedad loca nos dice constantemente cómo debemos actuar con nuestros hijos y parece que pocas veces las madres acertamos con lo que se espera de nosotras. Parece que cuando las cosas salen mal somos las únicas responsables, pero cuando salen bien es mérito de todos. ¿Y por qué resultará tan extraño para nuestro entorno que te esté acostumbrando a recibir amor? Para mí es tan importante que tengas una autoestima alta, que siempre te quieras a ti mismo y lo único que se me ocurre hacer para lograrlo es responder a tus necesidades sin demora. Estoy segura que muchas veces me equivoco con lo que deseas, pero siempre trato de responder cuanto antes cuando lloras o gritas. Quiérete mucho Imanol, abrázate a ti mismo en todo momento y circunstancia. Yo sé que no hay mejor forma de querernos a tus padres y sé también que queriéndote a ti mismo abrazarás al mundo con todas tus fuerzas.
Y hay tanta soledad en la crianza de nuestros hijos, esto es lo más duro que me ha tocado vivir en este año. Qué de amigas he perdido con tu llegada, qué triste que ya no recuerden lo mucho que les apoyé yo cuando llegaron sus hijos. Pero no las guardo rencor, cada cual tiene su camino y en el mío ahora sólo importa mi familia.
Y la culpa, la eterna y legendaria culpa que nos persigue a todas las madres sin remedio y sin posibilidad de escapatoria. ¿A quién se le ocurriría algo tan perverso?
La verdad es que no sé si me los has puesto fácil o difícil en este primer año. Sé que ser madre en esta sociedad extremadamente contradictoria me parece muy complicado, no me imaginaba hasta qué punto antes de que llegaras. Esta sociedad loca nos dice constantemente cómo debemos actuar con nuestros hijos y parece que pocas veces las madres acertamos con lo que se espera de nosotras. Parece que cuando las cosas salen mal somos las únicas responsables, pero cuando salen bien es mérito de todos. ¿Y por qué resultará tan extraño para nuestro entorno que te esté acostumbrando a recibir amor? Para mí es tan importante que tengas una autoestima alta, que siempre te quieras a ti mismo y lo único que se me ocurre hacer para lograrlo es responder a tus necesidades sin demora. Estoy segura que muchas veces me equivoco con lo que deseas, pero siempre trato de responder cuanto antes cuando lloras o gritas. Quiérete mucho Imanol, abrázate a ti mismo en todo momento y circunstancia. Yo sé que no hay mejor forma de querernos a tus padres y sé también que queriéndote a ti mismo abrazarás al mundo con todas tus fuerzas.
Y hay tanta soledad en la crianza de nuestros hijos, esto es lo más duro que me ha tocado vivir en este año. Qué de amigas he perdido con tu llegada, qué triste que ya no recuerden lo mucho que les apoyé yo cuando llegaron sus hijos. Pero no las guardo rencor, cada cual tiene su camino y en el mío ahora sólo importa mi familia.
Y la culpa, la eterna y legendaria culpa que nos persigue a todas las madres sin remedio y sin posibilidad de escapatoria. ¿A quién se le ocurriría algo tan perverso?
Miro las llamas de tus velas y quiero perdonarme todo el daño que te habré causado este año. Las lágrimas que he derramado encima tuya, las discusiones con tu padre en tu presencia, las veces que te negué la mirada por estar contestando un email o cualquier otra actividad rutinaria, la tristeza que a veces me impidió ver el otro lado... Y la culpa, una vez más, la culpa por no ser la madre que esperaba ser, por sentirme agotada al final del día, por desear a veces que desaparecieras durante unos minutos para poder al menos ducharme con tranquilidad.
Quiero agradecerte una vez más que me hayas elegido como madre. Ser tu mamá, Imanol, es lo más grande que he hecho en toda mi vida, mi mayor triunfo. Es un verdadero privilegio conocerte, haberte tenido en mi vientre creciendo sin parar y que ahora me permitas acompañarte de la mejor forma que sabemos tu padre y yo. Aprenderás tantas cosas con el tiempo Imanol. Aprenderás que sólo se pierde el tiempo cuando no se sonríe, que el mar es azul porque el cielo se refleja en él o que tu madre es una persona con muchos defectos. Espero ser capaz de transmitirte tan sólo unas ideas que confío lleguen a tu corazón.
Se feliz Imanol, es la única razón por la que llegaste a este mundo.
Di lo que piensas siempre, no temas nunca que te tachen de soñador, loco, inconformista o cualquier otro descalificativo o alabanza, según se mire, que emplearán contra ti personas resignadas y sin ambiciones.
Disfruta de la vida, explora, viaja, ríe a carcajadas, come mandarinas, saluda al sol cada mañana... Haz todo lo que te haga sentir VIVO con mayúsculas.
Cuando te enfrentes a alguien que parezca más seguro que tú e, incluso, te intimide, recuerda que cada uno tenemos nuestros propios miedos y nuestras propias batallas que lidiar, sólo que nos enfrentamos a ellas de manera distinta.
Tener miedo es natural, lo importante es utilizarlo para impulsarnos, como trampolín para alcanzar nuestras metas. Nunca permitas que el miedo te paralice durante mucho tiempo.
Llora cuando necesites hacerlo, por una alegría inmensa o cuando sientes que la vida se desmorona. Irás aprendiendo que esos momentos pueden vivirse en soledad o compartirse con personas especiales. Tu padre y yo estaremos a tu lado siempre si tú lo deseas así y necesitas que estemos.
La soledad es necesaria y aprenderás a disfrutar de ella, aunque ahora sea difícil comprenderlo.
Pasa tiempo de calidad con tus amigos, verás que serán un pilar muy importante en tu vida.
Siempre podrás contar con tu padre y conmigo, nunca me cansaré de repetírtelo. Disfrutaremos de tus éxitos y te apoyaremos en tus caídas. El concepto de familia que conoces hoy en día irá cambiando con el tiempo, nosotros siempre estaremos a tu lado, pero llegará el día en que formes tu propia familia y ese día nos sentiremos tan orgullosos de ti.
Algún día te romperán el corazón y te dolerá mucho, puede que hasta pienses que es el fin, pero te aseguro que saldrás victorioso y listo para encontrar a la persona que te quiera por lo que eres con todo lo que va incluido en el paquete.
Papá y mamá tenemos una visión del mundo que compartimos contigo por ahora mientras vas construyendo tu propia visión. Cuando la tengas vívela, ámala y disfrútala.
Persigue siempre tus sueños, aunque por momentos pienses que estás solo con tu sueño. Las revoluciones siempre tuvieron un primer paso, un paso pequeño e insignificante, pero decisivo para el comienzo del cambio.
Nunca, nunca olvides que eres un milagro, no mío, ni de tu padre, un milagro que sólo te pertenece a ti. Si todos nosotros lo somos, todos los bebés lo son, los bebés arco iris ya llegáis a la categoría de mágicos.
Se feliz Imanol, es la única razón por la que llegaste a este mundo.
Di lo que piensas siempre, no temas nunca que te tachen de soñador, loco, inconformista o cualquier otro descalificativo o alabanza, según se mire, que emplearán contra ti personas resignadas y sin ambiciones.
Disfruta de la vida, explora, viaja, ríe a carcajadas, come mandarinas, saluda al sol cada mañana... Haz todo lo que te haga sentir VIVO con mayúsculas.
Cuando te enfrentes a alguien que parezca más seguro que tú e, incluso, te intimide, recuerda que cada uno tenemos nuestros propios miedos y nuestras propias batallas que lidiar, sólo que nos enfrentamos a ellas de manera distinta.
Tener miedo es natural, lo importante es utilizarlo para impulsarnos, como trampolín para alcanzar nuestras metas. Nunca permitas que el miedo te paralice durante mucho tiempo.
Llora cuando necesites hacerlo, por una alegría inmensa o cuando sientes que la vida se desmorona. Irás aprendiendo que esos momentos pueden vivirse en soledad o compartirse con personas especiales. Tu padre y yo estaremos a tu lado siempre si tú lo deseas así y necesitas que estemos.
La soledad es necesaria y aprenderás a disfrutar de ella, aunque ahora sea difícil comprenderlo.
Pasa tiempo de calidad con tus amigos, verás que serán un pilar muy importante en tu vida.
Siempre podrás contar con tu padre y conmigo, nunca me cansaré de repetírtelo. Disfrutaremos de tus éxitos y te apoyaremos en tus caídas. El concepto de familia que conoces hoy en día irá cambiando con el tiempo, nosotros siempre estaremos a tu lado, pero llegará el día en que formes tu propia familia y ese día nos sentiremos tan orgullosos de ti.
Algún día te romperán el corazón y te dolerá mucho, puede que hasta pienses que es el fin, pero te aseguro que saldrás victorioso y listo para encontrar a la persona que te quiera por lo que eres con todo lo que va incluido en el paquete.
Papá y mamá tenemos una visión del mundo que compartimos contigo por ahora mientras vas construyendo tu propia visión. Cuando la tengas vívela, ámala y disfrútala.
Persigue siempre tus sueños, aunque por momentos pienses que estás solo con tu sueño. Las revoluciones siempre tuvieron un primer paso, un paso pequeño e insignificante, pero decisivo para el comienzo del cambio.
Nunca, nunca olvides que eres un milagro, no mío, ni de tu padre, un milagro que sólo te pertenece a ti. Si todos nosotros lo somos, todos los bebés lo son, los bebés arco iris ya llegáis a la categoría de mágicos.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS IMANOL! ¡FELIZ VIDA!
"Una madre consciente sabe…
que el universo la sostiene,que las fuerzas cósmicas del cielo y la tierra,la luna y las estrellas, están con ella.Que no está sola en esta danza del maternaje,que todas las madres del mundo y del más allá navegan con ella.Una madre consciente sabe…que ser madre sólo se aprende caminando,que a veces hay que saltar al vacío y soltarpara que nuestros hijos puedan crecer,y sólo así crecemos nosotras.Una madre consciente sabe…que cuando las sombras acechany salen en forma de loba, pantera,dragona desmedida,hay algo que clama por ser cuidadoy atendido por nuestra Alma.Una madre consciente sabe…que somos muchas las que estamos despertandoa un nuevo sentir de nuestro útero,de nuestros ciclos, de nuestra feminidad y de nuestra sombra.Y que ello nos une,como un cordón umbilical invisible,a la gran Madre".
Mónica Manso Benedicto – extraído de Agenda-libro del embarazo consciente.